Antes del accidente se podría decir que mi existencia era bastante normal. Vivia con mi familia, pololeaba y estudiaba la carrera que había escogido. Mis máximas preocupaciones eran la prueba de la proxima semana o tonteras así. Tenia muchos planes, era feliz. Es increible como de pronto, en un segundo, todo cambia. Los noticieros muestran tragedias horribles y, aunque nos afectan, nunca pensamos que nos pueden ocurrir a nosotros. ¿Por qué creemos que somos una especie de seres invulnerables?.
Mi vida ahora es muy distinta. Muy diferente a lo que hubiese imaginado para mi. Pero he aprendido algo muy importante: no porque sea distinta significa que sea mala. No porque en nuestra vida acontezca algo terrible significa que en nuestro futuro no volverán a haber alegrías.

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