"Supongo yo que mis problemas alimenticios siempre tuvieron mucho que ver con lo que estaba pasando en mi cabeza. Es decir: yo no tenía problemas de depresión porque era anoréxica sino que era anoréxica a raíz de que tenía problemas de depresión. Porque, seamos sinceros, una persona feliz no deja de comer durante x cantidad de días. Una persona feliz y despreocupada, una persona “normal” (si es que existe aquello) no cuenta cada caloría: simplemente come."
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